La guerra existe desde hace mucho tiempo. Como nos han demostrado las antiguas fosas comunes, las interacciones entre los distintos grupos humanos no siempre han sido agradables; en todo caso, a menudo han sido bastante horribles. Y a veces, lo horrible es el objetivo de algunas formas de guerra, tácticas destinadas a intimidar y asustar al otro bando.
Tal es la naturaleza de la guerra psicológica, que también ha existido desde los inicios de la humanidad, comenzando en la prehistoria, cuando el primer grupo de hombres paleolíticos decidió gritar antes de cargar contra un enemigo, en un intento de asustar y provocar un miedo profundo y primitivo en sus oponentes antes de atacar. La guerra psicológica es una mezcla de propaganda y tácticas reales que pueden crear una tormenta de terror en la mente del enemigo, mucho antes de que se dispare la primera flecha o se lance la primera bomba.
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