Mantén tu respiro, pausado y profundo,
casi imperceptible.
Ocúpate del respiro, pero permítetelo libre.
Aprende a disfrutarte,
haciéndote consciente del recorrido del prana
de todo aquello que roza, que toca
y, que en cierta forma mueve, a partir de tu quietud.
Mantente en serenidad, en gozo y en esplendor.
Si no lo sientes, imagina cuánto irradias,
cómo se entrecruzan tus filamentos
que buscan conectarse,
con tu divina consciencia.
Quien, en definitiva, hace contacto.
Revitaliza el respiro.
Habita tu mente.
Produce tu aliento.
(...)
Sigue la lectura aquí:
https://shaktianandama.com/2021/05/26/una-vuelta-por-el-universo/