La relación con Dios se puede asemejar a una relación de pareja, donde uno de los 2 habla y el otro escucha, y viceversa. Nosotros le hablamos a través de la oración, y Él nos oye. Él nos habla a través de la Palabra y nosotros oímos.
En este mensaje conoceremos cuales son esos aspectos claves de la oración, que quizás tengamos presentes pero podemos pasar por alto.