Siempre hemos oido que la iglesia es el conjunto de personas que la conforman, pero lo que hace a una iglesia especial es que cada una de las personas que hacen parte de ella viven en un ambiente de adoración constante.
La iglesia sin adoración es algo vacío pues ese es el eje central del habitar juntos en armonía, a tal punto de que con nuestra vida podemos vivir y llevar la iglesia estando fuera de ella.