Detrás de cada acción siempre hay una intención, y aunque en algunos casos lo que podemos hacer puede ser aparentemente "Bueno", debemos cuidar nuestro corazón de permitir cualquier rastro pequeño que a futuro puede dar lugar a salir del propósito de Dios.
Identifica que fue lo que te llevó a perder ese ímpetu correcto para que puedas ser una herramienta útil en Sus manos.