El mundo se arrodilla ante causas que en su apariencia son solidarias, inclusivas o vistas como "la solución definitiva", pero que en realidad están distorsionando por completo lo que enseña la Palabra de Dios. Cuando eres firme en la verdad de la Palabra no te sometes a esa presión y te conviertes en esa voz que pone al descubierto los verdaderos planes del enemigo.