Los bucles del cabello conocidos como "Peiot" se extienden desde las sienes inmediatamente arriba de las patillas a la altura de los oídos y así como la barba, no son meramente "pelo facial", ellas sirven como barreras en contra de la invasión de la filosofía ajena y de las características inmorales que nos rodean. De esta manera, la Barba y las Peiot sirven no sólo como una fuerte afirmación de la fe, sino también como protectoras de esa fe.