El concepto espiritual de "preñez" al cual se refieren las Sagradas Escrituras, puede compararse a un "embrión" que se forma en la Sefira de Maljut. Todo lo que existe en la dimensión física refleja lo que sucede en el plano espiritual, de esta manera se aplica la misma terminología para dos fenómenos separados, uno físico y uno espiritual.