Romanos 5:10: Pues, como nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la muerte de su hijo cuando todavía éramos sus enemigos, con toda seguridad seremos salvos por la vida de su Hijo. Así que ahora podemos alegrarnos por nuestra buena y maravillosa relación con Dios gracias a que nuestro Señor Jesucristo nos hizo amigos de Dios