"Si quiere que la herida se cure, ha de dejar los pensamientos voluntarios de venganza hacia quien le hizo daño"
Cuando vivimos un duelo la ira es un etapa natural y se presenta justo cuando comenzamos a dejar de negar lo que nos provoca nuestra pérdida. Esta ira viene a darnos fuerza para asumir y enfrentar esa realidad que duele: la ausencia de nuestro ser querido. Pero esta etapa natural de la ira genera rabia, resentimientos e incluso envidia.
Tomando en cuenta lo anterior y que la ira se desplaza en toda dirección, pudiendo impactar contra cualquiera, debemos estar conscientes de que ésta es una de las etapas más difíciles de afrontar para nosotros mismos y quienes nos rodean.