Nuestro Niiña interior es una parte antigua de nosotros mismos que aparece en forma de emociones, pensamientos y sentimientos ante determinadas circunstancias que lo activan. Todos hemos tenido heridas emocionales en la infancia que no pudimos resolver. Si estas vivencias no fueron reparadas, nuestro niña se quedó dañado. Y aun de adultos lo podemos sentir dentro de nosotros. Porque crecer por fuera no siempre implica crecer por dentro.