La oposición frentista, que se lanzó contra la LUC en un movimiento reflejo de su clásica actitud de gimnasia política, ha logrado abrir un nuevo frente de batalla. Con gran publicidad y movilización de medios, engañando y confundiendo, hasta pretendiendo que una ley democrática de un gobierno democrático se emparentaba con la dictadura, parecen haber llegado al número necesario de firmas para provocar la consulta popular.