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Description

Las danzas de la muerte surgen en Francia, hacia el siglo XIV, como representación plástica del poder igualitario de la muerte: el papa, el rey, el obispo, el mercader, el joven, el viejo, son obligados a danzar con ella; van acompañadas, en múltiples casos, de inscripciones que glosaban las distintas escenas. Famosa entre todas es la que, en 1424, se pintó en el pórtico del cementerio de los Inocentes, de París, demolido dos siglos después.

Una versión española, contenida en un códice de la Biblioteca del Escorial, contiene este prólogo: “Comienza aquí la Danza General, que trata de cómo la Muerte amonesta y avisa a todas las criaturas para que se fijen en la brevedad de su vida, y en que no debe darse a ésta más precio del que merece. Y asimismo les advierte y requiere para que vean y oigan con atención lo que dicen y amonestan a diario los sabios predicadores, los cuales les dan sano y buen consejo: que se desvivan por hacer buenas obras, para que obtengan amplio perdón de sus pecados y, prosiguiendo, la Muerte muestra prácticamente lo que dice, requiriendo y llamando a todos los estados del mundo, para que vengan de grado o por fuerza.”