... Quisiéramos agradecer, en primer lugar, a tantas personas y comunidades
que se han apropiado de estos aportes y los han hecho suyos:
usándolos, adaptándolos, compartiéndolos, enviándolos incluso
más allá de los límites de nuestra Diócesis (¡y, en algunos casos,
de nuestro país!). Nos hemos sorprendido con la buena recepción
que han tenido estos sencillos materiales, y de corazón les
agradecemos esta acogida.
Nuestro agradecimiento va dirigido también a todas las personas
que han colaborado en la preparación de estos subsidios: a nuestros
Padres Obispos Carlos Tissera y Maxi Margni, por su confianza y
su aliento; a Lucas Mirabet, de la secretaría de comunicación del
Obispado de Quilmes, que se ha ocupado de la difusión; a Norma
Díaz y toda la gente de Radio Novak, que han adaptado estos aportes
para su versión en audio, y en particular, a las hermanas y los
hermanos de distintas comunidades de nuestra Diócesis, que han
preparado los comentarios al evangelio de cada día. Estos son algunos
de sus nombres: Carlos Abad; Roberto Abdala; Claudio Acevedo;
Alfredo Acevedo, SJ; Damián Alvarado; Lautaro Belloni;
Juan José Berli, SJ; Ignacio Blanco; Renza Bono, HSJC; Rodolfo
Brandan; Sergio Britez; María Belén Burgos, RJM; Sonia Bustos;
Lucio Carvalho Rodrigues; Rita Catrihual; Daniela Chazareta;
Emanuel Debeljakovic; Marcelo Eyheramendy; Zulma Florentín;
Alberto García; Alberto González; Nora Kviatkovski, RJM; ☩ Marcelo
(Maxi) Margni; Gustavo Módica; Fernando Montes; Daniel
Moreno; Mariana Ojeda, CJ; Ana Patricia Palomo, CIC; María Gabriela
Parra, RJM; Luis Pereyra; Gabriela Pisani; Susana Ramos;
Martín Reynaga; Luisa Ripa; Silvina Rodriguez, RJM; Karina Rullo;
Leonardo Sala; Fabio Solti, SJ; Edgardo Tisch; ☩ Carlos J. Tissera;
Mercedes Torres; Darío Viecenz; Roselyne de Wilde, y los seminaristas
de nuestra Diócesis.
A cada una y a cada uno, entonces, nuestra sincera gratitud. Sus
aportes han sido siempre anónimos, una palabra dicha con sencillez
y humildad, sin otra intención que la de servir al evangelio; eso
solo ya es una riqueza. Pero, además, nos alegra haber contado con
esta pluralidad de voces: hombres y mujeres; laicas, laicos, consagradas,
consagrados, diáconos, presbíteros, nuestros obispos personas
de distintas profesiones y ocupaciones, de muchas edades, de
diferentes lugares y presencias eclesiales Esta riqueza, tan de
nuestra Diócesis, ha sido una nota distintiva de estos subsidios y un
don por el que estamos inmensamente agradecidos.
Damián Burgardt
Coordinador