¿Cómo definimos las consecuencias de los acontecimientos que nos toca vivir? ¿Cómo poder definir qué es bueno y qué es malo? Siempre va a depender de cómo lo enfoquemos, y cómo relacionemos las cosas las unas con las otras.
Con este cuento chino quiero que veas que es imposible definir las ramificaciones de lo que nos pasa, y cómo siempre será mejor mantener un mente abierta a lo que pasa, confiando en que las cosas tendrán siempre sentido desde una perspectiva mayor, y que porque algo no haya cumplido con nuestras expectativas (que viven sólo en nuestra mente) no quiere decir que no sea lo que necesitamos.