La cenicienta se cansó de aguantar al principe engreído que ni siquiera recordaba su cara, así que llamo a Blancanieves, Malefica, La bella durmiente y todas se fueron a pasar su Tusa como se debe (Bella no fue, seguía en terapia por lo de su síndrome de Estocolmo), también descargaron Tinder, pero esa ya es otra historia.