Creo que el Espíritu Santo ha redundado mucho en estos días el tema de nuestro interior y de confiar en el Señor, de ponernos enteramente en sus manos sin dejar ninguna área de nuestras vidas fuera de él, confiar en Dios es entender que sus planes serán mejores, y no se porque he sido tan inquietada para hablar tanto en estos días de nuestra fe y nuestra confianza y sobre aquello que ponemos en primer lugar que no es Dios, pero le aseguro que si una vez más Dios ha permitido que hable de esto es porque algo hace falta en nosotros para depender en totalidad de él.