“Este un mensaje que está dirigido a aquellas personas que en las últimas semanas o últimos días han estado descubriendo que están sometidos a una fuerte prueba de tribulación, a fuertes pruebas y dificultades adversas que les han acontecido en su vida cotidiana; sea en la vida familiar, en la vida económica financiera, o en cualquier otro aspecto en su vida.
Esta Palabra está dirigida a todas aquellas personas, que habiendo ya llevado cierto recorrido en el camino del Señor, han entrado en rutina; y aunque ya llevan algunos meses o algunos años —tal vez algunos—, ya de pronto sienten que tienen el cielo ganado, y han entrado en un estado de seguridad falsa, y han descuidado su vida cristiana, su vida espiritual, y creen que no tienen necesidad de nada, y que ya todo lo tienen en Cristo Jesús.
Si esa es tu situación, es importante que abras tu entendimiento y oigas lo que el Espíritu Santo de Dios está hablando ahora a tu vida. Porque es necesario que te sitúes en un lugar espiritual, en una ciudad espiritual. Tú tienes tu propia ciudad en la cual habitas en el aspecto terrenal, pero a través de este mensaje vas a poder situarte en qué ciudad espiritual vives; si vives en Laodicea o en alguna otra ciudad espiritual.
Este mensaje es para aquellos cuyos corazones están viviendo en Laodicea espiritual: y el Señor ha ordenado que tú recibas este mensaje, y no solamente lo recibas, sino también lo escribas en tu corazón.
Tibieza y ceguera espiritual han entrado en tu vida a causa de esa seguridad falsa que tú crees tener, y tú tienes que ver ahora, analizar tu vida; ya no puedes permanecer en ceguera espiritual.
La tibieza indigesta la vida espiritual, indigesta la Palabra que alimenta, no puede quedarse dentro, tiene que salir en el nombre de Jesús, hace daño, provoca dolor, angustia; el cuerpo no puede retenerla dentro. Tiene que salir por la boca, primeramente utilizando los labios en confesión, y luego reprendiendo a las fuerzas enemigas, para que salgan a través de consumación de muerte de cruz.
Así podrás vencer, como Jesús de Nazareth venció, y ahora sentado en su Trono te promete también sentarte en su Trono con Él”.
Pr. Ricardo Claure Peñaloza
PARA QUE SU IGLESIA SE PREPARE… PARA TESTIMONIO A LAS NACIONES