«Estoy seguro que para muchos ha de ser de gran bendición este grupo de mensajes, porque muchas dudas respecto de lo que son las profundidades de la tierra van a poder dilucidarse y comprenderse mejor conforme a la Palabra del Señor; y de esta manera van a poder tener un conocimiento claro y específico de lo que el Señor ha escrito en su Palabra al respecto.
Efesios, capítulo 4, verso 9 nos habla del Señor Jesucristo, que en el momento de su muerte, su alma se separó del cuerpo y descendió a las partes más profundas, más bajas de la tierra. Este verso bíblico se constituye en la inspiración de la palabra: “infierno”. La palabra castellana que nosotros utilizamos como “infierno”, viene de la palabra en latín “infernum”, que significa: “interior”, y hace relación a las partes inferiores de la tierra. Y lo que el Señor Jesús hizo inmediatamente después de su muerte, inmediatamente después de que su cuerpo estuviera colgado y muerto en la cruz del Calvario; su alma descendió al infierno, a las partes más bajas de la tierra.
Las partes más bajas de la tierra, las partes interiores de la tierra tienen diferentes nombres en la Biblia. Cada lugar, en las partes inferiores de la tierra, tiene diferente nombre en lengua original, y cada lugar se caracteriza por el tipo de habitantes que hay en cada lugar.
Cuando hablamos de “infierno” se da lugar a una gran cantidad de confusión y dudas; y eso se desprende de que las versiones castellanas de la Biblia traducen de una forma muy singular las palabras originales que determinan las partes interiores de la tierra. Y es más, hasta confunden el lago que arde con fuego y azufre, la gehena de fuego que el Señor Jesús habló en los Evangelios y traducen por ejemplo —en la Reina Valera que todos nosotros utilizamos y la más común, la versión de 1960—como “infierno”; cuando vemos en base a todo el contexto bíblico que el lago que arde con fuego y azufre es totalmente diferente a lo que es el infierno, es decir, las partes inferiores de la tierra.
Podemos diferenciar las partes inferiores de la tierra: Seol, Hades, Abismo, Tártaro, de lo que es el lago que arde con fuego y azufre, que es algo totalmente diferente, y que ha de estar inclusive cuando los cielos y la tierra que existen hoy, van a ser quemados y totalmente destruidos, van a huir de la Presencia de Dios cuando Él esté sentado en el Juicio ante el Gran Trono Blanco. La Gehena de fuego, el lago que arde con fuego y azufre, no tiene ninguna relación con la tierra; y por tanto, menos con las partes inferiores de la tierra. Es importante comprender esta verdad. Todo esto vamos a ir comprendiendo y analizando».
Pr. Ricardo Claure Peñaloza
PARA QUE SU IGLESIA SE PREPARE… PARA TESTIMONIO A LAS NACIONES.
