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“Es tiempo de hablar la verdad. Este Ministerio se ha caracterizado por hablar verdad pura, ¡Palabra de Dios!, ¡Palabra tal cual está escrita!; ¡y por eso el Señor lo ha bendecido! Y si hay persecución, ¡gloria a Dios!, porque estamos dispuestos a padecerla; porque mientras más padecemos persecución, nuestra vida está más cerca de Él, nuestra vida está muriendo cada día más a esta tierra, y vivimos cada momento sentados juntamente con Jesús en los lugares celestiales; porque comprendemos que no somos de esta tierra, simplemente somos peregrinos, y cualquier momento nos vamos a nuestra Patria Celestial, cualquier momento nos vamos para arriba. Y esa es la bendición del Señor.

Jesús dijo:

20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.

Juan 15:20

¡Esta es una Ley del Reino!

¡Si persiguieron a Jesús, también nos perseguirán a nosotros!; ¡si procuraban matar a Jesús por cualquier causa!, también van a procurar matarnos por cualquier causa. Para una conciencia cauterizada, para una mente corrupta por el pecado, cualquier justificativo va a ser causa para procurar matar a los siervos de Jesucristo, a los siervos del Señor.

A pesar de esto, el cuerpo de Cristo, la iglesia, todos nosotros, vamos a seguir predicando públicamente la Palabra de Dios. Esa era la vivencia y el modo en que el Señor Jesús llevaba su Ministerio.

Si Jesús padeció, también debemos estar nosotros dispuestos a padecer; porque el siervo no es mayor que su Señor. Y vamos a seguir predicando a través de radio, televisión y literatura escrita; vamos a seguir predicando Palabra de Vida Eterna, porque eso es lo que necesitamos hacer conforme a su Misericordia.

Tú puedes ponerte en la situación de ser perseguido, de saber que hay un consejo que está procurando asesinarte pero aún así estás dispuesto a seguir siendo cristiano, a seguir llevando Palabra de Dios.

Aquellas personas que tienen duda, pidan al Señor Poder de lo Alto; porque el Reino de los cielos es de los valientes que lo arrebatan.

El Señor Jesús enseñó claramente, a través de la parábola del sembrador, que aquellos que son sembrados entre espinos son aquellos que después, cuando viene la persecución, retroceden y la Palabra se hace infructuosa.

Nosotros los cristianos no podemos vivir sujetos a servidumbre por el temor de la muerte; debemos renunciar a nuestra vida, y ofrecerla al Señor, para que Él haga su Voluntad”.

Pr. Ricardo Claure Peñaloza

PARA QUE SU IGLESIA SE PREPARE… PARA TESTIMONIO A LAS NACIONES