«Es importante que como pueblo del Señor y como iglesia de Cristo, utilicemos las armas espirituales poderosas en Dios que Él nos dio, para destruir fortalezas, para vencer al enemigo espiritual que lucha en contra de nosotros.
Por la maldad y el pecado, vivimos en constante asechanza de seres espirituales que tratan de destruir nuestra vida espiritual, apartarnos de la fe y matarnos. Y nosotros debemos reconocer la importancia de humillar nuestros rostros ante el Dios Todopoderoso; debemos reconocer la importancia de pedir socorro y ayuda cuando estamos atribulados, en problemas, en lucha. Debemos comprender que el Dios Todopoderoso en el cual creemos, es Dios por sobre todas las cosas; con su Presencia llena todo lo creado y tiene dominio sobre todos los reinos espirituales demoniacos. Él tiene tal Fuerza y Poder que no hay quién pueda resistirle.
Es necesario que en este tiempo, como creyentes, reconozcamos la importancia de adorar al Dios de la Biblia en espíritu y en verdad. La Palabra relata que el Señor Jesús le dijo a la mujer samaritana: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:24).
¿Por qué es necesario adorar? Algunos piensan que es un Dios vanidoso y que el Señor necesita algo de nosotros. Dios no necesita de nadie, Él es el que da Vida y aliento a todos. Por su Misericordia respiramos, bastaría una sola palabra de Él para que dejemos de respirar, bastaría una sola palabra para que el sol deje de calentar y deje de dar su luz; Él no necesita nada del hombre. Mas nosotros sí necesitamos de Él, y cuando hay alabanza y adoración en espíritu y en verdad en la congregación, en la asamblea, en la iglesia, el Espíritu Santo ha de venir sobre ti.
Esta Palabra te dará la revelación de la necesidad de adorar a Dios en espíritu y en verdad, porque de esa forma el Espíritu Santo desciende, y cosas sobrenaturales suceden; empieza a haber sanidad, liberación y dones del Espíritu; de pronto cargas de opresión empiezan a ser soltadas, ligaduras de impiedad empiezan a ser desatadas, se empieza a romper todo yugo, se empiezan a romper las cadenas ¡¿Por qué?! Porque el Espíritu Santo de Dios ha descendido, porque hay un pueblo unido que está adorando en espíritu y en verdad. Por eso es necesario renovar la alabanza y la adoración en nuestras vidas, y conocer lo que el Señor quiere para nosotros.
El enemigo quiere quitarte la Paz que el Señor te ha dado, quiere darte intranquilidad, zozobra, descontento, desánimo, desaliento, confusión, desesperación, depresión, inseguridad, inferioridad, soledad, vacío. Y podemos reconocer a una multitud enorme de fuerzas espirituales inmundas que están en lucha contra nosotros y quieren destruirnos. Mas el Señor dice que no debemos temerles, que no debemos dejarnos amedrentar, por más que sean legiones, por más que sean millones. ¿Por qué? Porque la guerra es de Dios. Si tú no reconoces que esta guerra espiritual es de Dios, vas a querer luchar con tus fuerzas, y el enemigo te va a vencer; lo que tú necesitas es fortalecerte en el Señor y en el Poder de su Fuerza, para que puedas resistir los ataques del enemigo.
¡No debes temer!, ¡no debemos desmayar!, no debe haber desaliento, no debe haber desánimo, ¡no!, porque eso es lo que el enemigo quiere.
En momento de lucha, en momento de prueba, en momento de tribulación, en vez de perder comunión con el Dios Eterno por las tinieblas, lo que debemos hacer es humillar nuestros rostros en tierra, postrarnos y adorar en espíritu y en verdad; son armas espirituales que tú no debes descuidar, que tú debes tomar en cuenta en tu vida.
En tiempo de lucha, en tiempo de guerra espiritual, tú no tienes que dejarte vencer por el enemigo, no tienes que temer, no tienes que desmayar, antes tienes que glorificar al Dios Todopoderoso y reconocer que su Misericordia es para siempre».
Pr. Ricardo Claure Peñaloza
PARA QUE SU IGLESIA SE PREPARE… PARA TESTIMONIO A LAS NACIONES
