“Ha llegado el momento de poder comprender que la Palabra de Dios es más profunda y que el conocimiento de la Palabra de Dios va más allá de lo externo y va a lo espiritual, a lo profundo del corazón del alma del hombre.
¿Por qué hay tantos cristianos que no consiguen sanidad interior? Y tienen problemas serios en el alma, no se han dado cuenta que siendo templo del Dios Viviente están atesorando en su corazón muchas imágenes que todavía están adorando a través de sus actitudes.
Tú eres templo de Dios, formado por: espíritu, alma y cuerpo; que tiene una analogía directa con el templo de Dios físico, que está formado por: lugar santísimo, lugar santo y atrio exterior. Y en el lugar santo que es tu alma, estás guardando muchos ídolos, estás guardando muchas imágenes: imágenes del pasado, imágenes de hace tantos años que no quieres borrar o que no has podido borrar por desconocimiento del Poder de la Palabra de Dios. Pero a través de esta Palabra descubrirás que esas imágenes están contaminando ese templo.
Y lo que el Señor quiere es que haya una santificación total en el corazón. El Señor quiere perfeccionar tu corazón, porque de otra manera el mundo te ha de ofrecer inmundicia, y tú inmediatamente vas a caer, y te vas a lastimar, y te vas a herir. Pero si estás en el Señor, se pueda presentar la tentación que sea, tú vas a permanecer firme y no vas a retroceder.
El templo de Dios necesita ser limpiado, descontaminado, y por ello nosotros debemos vivir en base a esta Palabra. Teniendo las promesas que Él nos da, de estar en su Presencia, de que nos ha de recibir.
¿Cómo no te vas a descontaminar? ¿Cómo no vas a sacar las imágenes del templo que contamina y te traen desesperación, dolor, amargura, rencor, resentimiento, odio y tantas otras cosas?
Cuando rendiste tu vida al Señor Jesús, diste el primer paso para poder lograr la descontaminación total del alma hasta que Él venga.
El propósito de este Seminario es enseñar al pueblo a que se limpie el corazón, a fin de que desaparezca el doble ánimo y estén en un solo lugar sirviendo al Señor Jesucristo.
La cosecha es mucha y los obreros son pocos. Y oramos al Señor, y es mi oración que el Señor mande obreros a la cosecha porque la cosecha es mucha. Hay mucho que hacer, pero no hay corazones dispuestos. ¿Por qué no hay corazones dispuestos? Porque no hay personas que han purificado sus corazones, todavía hay corazones con doble ánimo.
La única manera es limpiar el alma, limpiar el corazón; de esa manera ha de venir automáticamente ese fluir y es algo que ha de nacer en el interior; y lo único que has de querer es trabajar para Él, servirlo a Él, buscar de Él y hacer su obra para Gloria de su Nombre”.
Pr. Ricardo Claure Peñaloza
PARA QUE SU IGLESIA SE PREPARE… PARA TESTIMONIO A LAS NACIONES
