Cerrar un ciclo significa concluir una etapa que ya cumplió su propósito, ya sea una relación amorosa, un empleo, una amistad o una meta personal. Este proceso requiere aceptar el final, aprender de la experiencia y dejar ir el apego emocional para abrirse a nuevas oportunidades. No implica olvidar lo ocurrido, sino integrar lo vivido como un #aprendizaje y seguir adelante.
A menudo, las barreras emocionales, como el miedo al cambio, la negación o el apego al pasado, dificultan cerrar ciclos. Preferimos lo conocido, incluso si ya no nos beneficia, por temor a lo desconocido.
No cerrar un ciclo puede afectar nuestro bienestar emocional y limitar la posibilidad de nuevas experiencias.
En Diálogos en confianza, exploraremos estrategias para soltar, sanar y avanzar.