Vivir en situación de calle afecta profundamente a las familias, alterando sus dinámicas y limitando su acceso a derechos básicos como la vivienda, la educación y la salud.
Este programa examina las causas estructurales detrás de esta problemática, como la pobreza, la violencia y la exclusión social, para generar una comprensión más profunda de los desafíos que enfrentan quienes viven en esta realidad.
Se abordarán los impactos que la situación de calle tiene en los niños, adolescentes y adultos, desde el desarrollo emocional hasta la estabilidad familiar.
También se analizará cómo la ausencia de redes de apoyo y la falta de oportunidades laborales refuerzan un ciclo de pobreza que es necesario romper para ofrecer un futuro mejor a las próximas generaciones.
Más allá de visibilizar estas realidades, el programa reflexiona sobre la importancia de reconstruir el núcleo familiar y fomentar su reintegración social.
A través de soluciones prácticas como el acceso a vivienda y educación, se busca no solo aliviar las condiciones actuales, sino también transformar las perspectivas de vida de estas familias.