En la temporada de calor aumenta el riesgo de deshidratación por enfermedades diarreicas agudas y padecimientos por la exposición excesiva a las altas temperaturas.
La diarrea es una enfermedad causada frecuentemente por virus, bacterias o parásitos que se encuentran en los alimentos contaminados, descompuestos y por no lavarse las manos antes de comer o luego de ir al baño.
Las enfermedades diarreicas agudas son la principal causa de deshidratación en la infancia. Por ello, es importante, conocer los signos de alarma y acudir con el médico si se presenta sed intensa, pérdida del apetito, evacuaciones líquidas constantes, fiebre persistente por más de tres días, vómito o evacuaciones con sangre.
La deshidratación como complicación de la diarrea es especialmente importante en las edades extremas de la vida: bebés, niños y personas mayores. Por tanto, es fundamental garantizar una ingesta de sales y líquidos.
Como norma general, no es aconsejable utilizar fármacos antidiarreicos sin indicación médica, ya que aceleran la evolución de este problema.
