La crisis ya es palpable en todos lados, también en La Pampa. Al desquiciado los niveles de popularidad se le desploman. Pero la gente no quiere volver atrás y las chiquilinadas de los que deberían estar proponiendo alternativas lo consoliden. Ziliotto cada vez más presionado a explorar otros caminos y no quedarse en la confrontación. La justicia clavó un gol a favor de la gente.