Cada vez más “zarpado” el presidente insulta a un muerto y expresa su deseo de cometer magnifemicidio. Kicillof arriesga su capital enfrentando a su mentora. En La Pampa el gobernador prioriza a los que menos tienen, le sonríen las encuestas, pero le retacean los apoyos. ¿Tanto le estarán pidiendo a di Nápoli?