La pandemia no deja de cobrar vidas. Ya son más de cien mil. Es grandísimo el dolor de todas y todos porque ¿quién no ha tenido un pariente, un amigo, o al menos alguien cercano víctma mortal de la peste? Con suma honestidad el gobierno viene haciendo hasta lo imposible para vacunar a todos y todas. La oposición pareciera, en esta guerra, combatir para el enemigo y hacen flamear la bandera del odio, aún sobre tantos compatriotas muertos