Abril y mayo caen como agua de primavera después de largo invierno. Con el domingo de Resurrección, el mes de Tauro comienza, trayendo el símbolo de la nueva vida, del renacimiento tras la muerte del frío invernal, recordándonos los ciclos naturales, recordándonos que somos cíclicos, todo empieza y todo acaba, todo es un proceso con un comienzo, un desarrollo y un final.
Tauro es Vida, es Tierra, es renacer, es gestación, es proceso.
Pero se nos ha olvidado... y con ese olvido, se nos olvida vivir y lo que ello significa: el goce de estar en la Tierra.