“Calidez de vida” es el nombre de un proyecto que busca modificar la forma de calefaccionar los edificios de apartamentos, utilizando bombas de calor en lugar de las tradicionales calderas a base de fuel-oil o gas.
De acuerdo con Carbosur, firma uruguaya especializada en el área de cambio climático, si el programa logra cambiar 600 edificios calefaccionados con fuel-oil a bombas de calor, se evitaría la emisión de 46.200 toneladas de CO2 por año. Eso equivale a retirar de las calles casi 20.000 automóviles con motor a combustión.
La iniciativa comenzó a funcionar en los últimos días y cuenta con el apoyo de UTE y del Ministerio de Industria, Energía y Minería y es llevada adelante por Capital Oriental.
Consiste en estructurar el financiamiento de la colocación de bombas de calor mediante acuerdos con instaladores, en edificios de apartamentos.
En Uruguay existen por lo menos 1.000 edificios que utilizan sistemas de calefacción por circulación de agua caliente en radiadores o loza radiante, y que todavía queman combustibles fósiles en sus calderas, cuando las bombas de calor funcionan con energía eléctrica, la que, en su mayoría, en Uruguay es de origen renovable.
El costo de calentar agua mediante calderas de fuel-oil o gas es hasta 4 veces mayor que con bombas de calor, de acuerdo con información publicada por UTE.