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Jesús en todo su ministerio se apartaba para conectarse con el Padre de la gloria y se mantenía en unidad con la majestad divina del Santo Trino Dios. Jesús no hacía nada a su manera sino que todo era a la manera del Padre.

Pablo está orando en la palabra que leimos por el amor incognoscible de Cristo, y él estalla en una adoración en espíritu y verdad, alaba con su corazón a Dios. Y El Espíritu Santo es revelandole que:

Dios puede, porque Él tiene todo el poder.

Dios puede hacer, porque él está activo y trabajando en nosotros a través de Su Santo Espíritu.

Dios puede hacer lo que le pedimos, porque escucha y responde nuestras oraciones porque El Siempre está con nosotros.

Dios puede hacer lo que le pedimos o pensamos, porque conoce aún lo que no pedimos pero lo soñamos e incluso aquello que tememos pedir.

Dios puede hacer todo lo que le pedimos o pensamos, ya que no hay límites para su poder y bondad.

Dios puede hacer más de lo que pedimos o pensamos, porque es misericordioso y excede nuestros pensamientos y deseos más guardados.

Dios puede hacer mucho más de lo que pedimos o imaginamos, porque su poder y bondad trascienden todos los límites.

Este es el Dios al que llegamos. Este es el Dios que escucha cada una de nuestras oraciones.

A Él sea la gloria. 

Tambien dice la palabra en Efesios 4 : 26 y 27

Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.

Cómo respondes cuando te enojas? 

Explotando: despotricando y desvaríando. Arrojando veneno a cualquiera que se acerque. retirandote de manera silenciosa, enojada o enojado. Con pasividad agresiva. Dando golpes a las personas no con  los puños sino con las acciones, en lugar de palabras, usando el sarcasmo extensamente, para expresar un enojo sutilmente. No hablando con la persona con la que estás enojado/a, pero hablando de esa persona a un tercero.

Negando estar enojados? . A pesar de que están llenos de ira, insisten: «No estoy enojado».

Dios dice que está bien estar enojado. El problema es: pecar, el problema es el poder que le damos a nuestro enojo.

Por la gracia de Dios, y solo por su gracia, podemos responder a la ira de una manera cristiana: a la manera de Jesús. El es la palabra, el camino, la verdad y la vida y dice ve:

Despacio. «Sé lento para la ira», (Santiago 1:19). «Un hombre de temperamento rápido actúa tontamente», (Proverbios 14: 17)

Tranquilamente. «La respuesta amable aleja la ira, pero una palabra dura despierta la ira», (Proverbios 15: 1)

Cariñosamente. «El amor es paciente y amable... no es irritable ni resiente», (1 Corintios 13: 4-5)