¿Que diría usted hoy, si El Espíritu Santo le dijera tienes que convertirte?
Muchos de nosotros damos por hecho que, debido a que Dios nos llamó, todas las cosas van a marchar bien por años y años. Sin embargo, la realidad es que a menudo en el cumplimiento de nuestro servicio al Señor, somos afectados por diversas situaciones que marcan nuestras vidas y que nos hacen cuestionar nuestro llamado y nuestro accionar en el servicio. A veces la predicación de la Palabra de Dios exige mucho... tiempo, valentía y fe y también nos acarrea grandes problemas.
En nuestro servicio al Señor podemos ser afectados por rencillas, amarguras, rechazo, violencia, deseos de renunciar y aun enojo en contra de Dios y de los demás por las situaciones adversas que enfrentamos.
Si yo estoy trabajando activamente para Dios, ¿cómo es que tengo que convertirme? ¿Qué situaciones en nuestra vida llevarían a Dios a llamarnos a convertirnos a Él? Talvez necesitamos cambiar nuestro concepto de la palabra «convertir», y entender que es necesario aceptar a Cristo como nuestro Salvador, pero que la conversión no termina allí, sino que comienza, el deber morir a la carne cada día y rendir nuestras vidas a Él en cada instante es la conversión diaria que necesitamos para continuamente volver a Su corazón.
Te instó hoy a qué te decidas por ofrecerle tu voluntad y poder órale pidiendo que para ti el vivir sea CRISTO.
Nuestra oración a Dios🙏:
Padre Celestial, que Tu Santo Espíritu nos alumbre para que Tú palabra nos llegue al corazón y podamos tener una conversión profunda, más allá de toda convicción que Tú Santo Espíritu, nos transforme y mudé a otro varón a otra Varona para poder hacer Tu Santa Voluntad, en el nombre de Jesús.Amen.