Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; Es clemente, misericordioso y justo.
Salmos 112:4 RVR1960
La bendición del justo, gracia y compasión .
Muchas veces, miramos a los que viven impiamente y consideramos que tienen una gran vida, pero aprendimos en cada devocional que debemos ser transformados y cambiar nuestro enfoque. Dejando atrás esa vana manera de vivir y de pensar. La palabra nos instruye a pensar , lo puro, lo bueno y lo recto
En la descriptiva de la palabra de hoy, en el Salmo 112, el hombre justo es alguien que, es misericordioso y lleno de compasión. Estas dos características poderosas también son atributos de Jesús Muchos decimos pero yo no puedo, no soy Jesucristo, la palabra nos dice que en su nombre, haremos cosas mayores que las que Él, hizo ,por lo tanto viva por fe y no por vista.
La gracia derramada por Dios a través de Jesús, no se puede conquistar o ganar y es simplemente la generosidad de nuestro Padre Celestial en suplir todo lo que nos falta. Es un regalo. Algunos no pueden aceptar que la gracia es suficiente; quieren hacer algo más para ganarla por sus medios. Pero Romanos 5:20-21 (TLA) nos dice:
"La ley apareció para que el pecado se hiciera fuerte; pero si bien el pecado se hizo fuerte, el amor de Dios lo superó. Y si el pecado reinó sobre la muerte, el amor de Dios reinó sobre la vida. Por eso Dios nos ha declarado inocentes, y nos ha dado vida eterna por medio de nuestro Señor Jesucristo".
Es posible que hayamos cometido errores graves y grandes en nuestra vida, pero el amor de Dios sobreabunda y cubre multitud de pecados, la gracia de Dios es mayor que nuestro pecado. No hay nada más que hacer, aparte de tomar la decisión de entregar nuestra vida a Jesús, pedirle perdón y aceptar Su favor y bendición inmerecidos por nosotros.
La compasión es otro atributo que caracteríza a Dios. Ella es poderosa.Cada vez que Jesús se conmovió, sucedió una gran manifestación de poder de Dios. "Jesús bajó de la barca y vio que allí había una gran cantidad de gente. Entonces tuvo compasión de ellos..." (Mateo 14:14 - TLA).
Jesús no tenía simpatía por la situación o el dolor que las personas atravesaban sino que tenía compasión de ellos.
