Inclínate, adora y... obedece.
Éxodo 12:21-28
Moisés llamó a los jefes israelitas y les dijo todo lo que Dios había dicho en los versículos anteriores: Que buscaran un cordero sin defecto, lo mataran, guardaran la sangre para luego colocarla en los marcos de las puertas; cocinaran y comieran todo el cordero, sin dejar nada, y que después nadie saliera de su casa sino hasta el día siguiente, pues Dios recorrería todo Egipto y le quitaría la vida a los primogénitos, pero al ver la sangre en las casas, esa sería una señal para que Dios pasara de largo y no hiciera en esa casa ningún daño.
Moisés les recordó de la promesa de Dios (la tierra prometida) y acerca de la celebración de la Pascua, que ésta se celebraría a cada año, en honor a Dios, que serviría para recordar las maravillas que Dios hizo, que los liberó de la esclavitud de Egipto; la Pascua sería un testimonio, que ellos debían contarles a sus hijos y pasarlo de generación en generación.
Y cuando Moisés terminó de hablar, todos se arrodillaron, adoraron a Dios y luego hicieron lo que Dios había ordenado.
Los israelitas se inclinaron, adoraron y obedecieron, todo esto en fe de que Dios así lo haría, wow, de verdad que que lindo es leer esto, y de verdad, quisiera que así siguieran los israelitas, con esa actitud, pero bueno, no les voy a spoilear la historia.
Inclinarse es símbolo de dar honor, honra, respeto a alguien, de humillarse ante alguien. Cuando nos postramos ante Dios reconocemos que Él es Dios, que no somos nadie a comparación de Él.
Adorar pues es decirle a Dios lo que Él es, también puedes decirle lo que Él es para ti. Es expresar respeto, honor y honra, pero, no solo con palabras también lo puedes hacer con tus acciones.
Por último, obedecer, ay, obedecer sí es difícil, bueno, adorar a Dios es difícil también cuando nos va mal, no nos nace, como humanos que somos, pero allí es donde entra la obediencia; obedecer es hacer algo que debes hacer aunque no quieras, un claro ejemplo pues con nuestros padres; pero de verdad, si obedecemos a Dios, si obedecemos Su Palabra, nos va a ir bien en la vida, claro, habrán problemas, pero saldremos de ellos victoriosos porque Dios estará con nosotros.
Ayer mi Pastor dijo algo que yo siempre trato de hacer, pero fallo, y es: No solo ir a la Iglesia y escuchar la prédica, no, vive la prédica, pongamos la Palabra de Dios en práctica.
No solo adoremos a Dios, es decir no está mal, pero seamos obedientes también.
Entonces, inclínate, adora y obedece a Dios, EN TODO TIEMPO.
Dios te bendiga.
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