La plaga de sangre (continuación).
Éxodo 7:14-25
Los egipcios eran politeístas, es decir que tenían varios dioses, al Dios convertir el agua en sangre demostró su soberanía sobre el agua, que Él había creado, además que significó la derrota de Hapi, el dios egipcio del río Nilo, que según estudios, los egipcios creían que era la fuente de vida e identidad.
Dios es único, no hay nadie como Él, solo Él puede crear vida, y Dios es celoso, quiere que solo a Él le adoremos, quiere ser lo primero en nuestro corazón.
No adoren a ningún otro dios, porque el Señor es celoso. Su nombre es Dios celoso.
Éxodo 34:14.
Ahora, ¿por qué Dios nos quiere obligar a que le adoremos o sigamos solo a Él?, El no nos obliga, Dios nos dio libre albedrío, es nuestra elección, pero sí Él desea que le adoremos y le amemos.
En la página gotquestions en español dice lo siguiente: "Debemos entender que el celo de Dios no es la envidia pecaminosa que experimentamos y que nace del orgullo; es un celo santo y justo, que no permite que la gloria que le pertenece solo a Él, le sea dada a otro".
Así que es al final nuestra decisión a quién servimos, si ponemos a Dios sobre todo o si ponemos algo más antes que Dios.
Recuerda, no es una orden, o una obligación, es una decisión, yo decidí entregarle mi vida a Dios, y soy muy felíz, tengo problemas, porque Dios no prometió una vida sin problemas, pero vivo en paz en medio de los problemas. Llamenme como quieran llamarme, es la verdad, es lo que creo, creo firmemente en Él, en que Él existe y que es el único y verdadero Dios, tú también puedes conocerle, te invito, a que si no lo conoces, le puedas abrir tu corazón, Él te ama y quiere ser parte de tu vida, no es una obligación, es una invitación, la invitación más importante de la vida.
Bendiciones.
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