El tercer castigo, los mosquitos
Éxodo 8:16-14.
Después que el Faraón no cumpliera su palabra y regresara a la terquedad, Dios le dijo a Moisés que Aarón golpeara el polvo del suelo con su vara para que esta se convirtiera en mosquitos (TLA, la versión de la RV'60 dice piojos 😟😣). Entonces, así hicieron Moisés y Aarón, al instante, todo el polvo de Egipto se convirtió en mosquitos, y estos picaban a la gente y a los animales. Los hechiceros del Faraón intentaron hacer lo mismo pero, esta vez no pudieron (v.8), entonces los hechiceros fueron ante el Faraón y le dijeron:
"¡Dios está haciendo todo esto!"
Pero aún así, el Faraón seguía terco, necio, y no hizo caso.
Aquí podemos ver que es la primera vez que los hechiceros no pueden copiar el milagro de Dios, Dios no se los permite, mostrando así el poder superior de Dios, y, es interesante ver que Dios ordenó a Aarón que golpeara el polvo de la tierra, pues con ello fue que Dios creó al hombre (Gen. 2:7), como dando a entender que nadie está por encima de Él, ni siquiera el Faraón con sus dioses y hechiceros.
El Faraón seguía necio, y no es bueno ser necio, en la Biblia podemos encontrar muchos versículos que hablan acerca de la persona necia.
El que ama la disciplina ama el conocimiento, pero el que la aborrece es un necio.
Proverbios 12:1.
No seamos necios y hagamos caso a la Palabra de Dios, a lo que Él nos diga, a sus mandatos, no seamos como el Faraón que necesitó de 10 castigos para comprender.
Bendiciones.
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