Quejas
Éxodo 14:1-12
Dios mandó a Moisés a decirle a los israelitas que regresaran y acamparan en Pi-hahirot, entre el mar y Migdol, para que así el Faraón pensara que ellos no sabían qué hacer y que decidieron volver.
Dios dijo:
⁴ Yo haré que el rey se ponga terco y vaya a perseguirlos.
Y ahora ¿qué pasó?, pero tranquilos, no termina allí, Dios sigue diciendo que cuando el Faraón los persiga, Él los destruirá y que así mostraría su gran poder, así sabrían los egipcios que Él es Dios (ya vieron, Dios tiene un plan).
Y así hicieron los israelitas. Y el Faraón se dio cuenta que había dejado ir a su mano de obra ¿Quién iba a trabajar por ellos? Entonces salió tras los israelitas en su carro de guerra, junto a su ejército y todos los carros que había en Egipto.
Y cuando los israelitas vieron a los egipcios persiguiéndolos, clamaron a Dios, pero ¿adivinen qué pasó después? ¡Se quejaron!
¿En serio?
¹¹ A Moisés le reclamaron: ¿Por qué nos trajiste a morir en el desierto? ¿Acaso no había en Egipto lugar para enterrarnos?
¹² ¿No te dijimos que no nos molestaras, y que nos dejaras trabajar para los egipcios? ¡Hubiera sido mejor seguir allá como esclavos, que venir a morir en el desierto!
¿Pueden creerlo? Después de ver tantas maravillas de parte de Dios, ya se dan por muertos, y dicen que era mejor seguir como esclavos. Pero, no podemos criticar a los israelitas, ¿por qué? Porque nosotros actuamos igual, igualito, le pedimos a Dios algo, Dios a veces concede nuestras peticiones, y luego pasa algo y ya nos estamos quejando.
Pasa, por ejemplo, con mis hijas, en una prédica escuché "Le pedimos a Dios hijos y luego decimos que ya no los aguantamos" ¿Te suena familiar? Le pediste a Dios un auto, lo obtienes y luego se descompone y ya te estás quejando, ¿Qué pasa? No seamos así.
Seamos agradecidos, aún por lo que Dios no nos concede, que, por algo Él no lo hace. Seamos agradecidos y no olvidemos lo que Él ha hecho por nosotros en ocasiones pasadas.
Dios te bendiga, sé agradecido.
#ElDevo #agradecido
