En este capítulo Eugenia Almeida, da cuenta sobre el "asesino" que ejecuta escritores famosos.
Tommaso Debenedetti, con la intención de evidenciar la velocidad con que circula la información en redes sociales y como éste suceso se relaciona con el periodismo, ya "se cargó" a Murakami, Almodóvar, Dalai Lama, Hugo Chavez, entre otros personajes históricos.