En este devocional descubriremos que solo Jesús puede saciar la sed más profunda del alma. Él prometió un manantial que brota con frescura dentro de nosotros, regalándonos vida eterna y plenitud. Lo mejor de la vida no está en lo pasajero, sino en beber del agua viva que Cristo ofrece. Si tu corazón anhela paz, propósito y fortaleza, hoy es el día para acercarte a esa fuente inagotable. Recuerda, en sus manos está tu verdadera satisfacción: recibe su Palabra y comienza a experimentar una vida abundante que transforme cada área de tu ser.