Hay cristianos que solo están gozosos y en paz cuando todo está bien, y cuando les va mal o tienen aflicciones se les derrumba el mundo y no tienen fuerzas, ni gozo, ni paz y comienzan a quejarse delante de Dios, y a faltarle la fe, piensan que Dios los abandonó, que no ve su dolor, que no le importa su situación, y se olvidan que cuando Dios está en silencio, también está trabajando a nuestro favor, está formando nuestro carácter, está moldeando nuestro corazón, está fortaleciéndonos a través de las pruebas para llevarnos a un nuevo nivel de fe. 1 Tesalonicenses 5:16-18, Romanos 5:3-5
