Hay 2 enfoques incorrectos: el primero es enfocarnos en nosotros mismos y ser egoístas; el segundo es enfocarnos son las circunstancias (que no podemos controlar). El verdadero enfoque se da cuando ponemos nuestra mirada en Jesús.
Nunca lograremos nuestro propósito si seguimos mal enfocados. Por Mylene Cabrera.