¿Qué harías si tuvieras una segunda oportunidad?
No te aferres a una esperanza propia. Tu pasado solamente está ahí, en tu pasado, no quieras hacerlo tu presente. Toma la nueva esperanza y nuevo comienzo de la mano de Dios. No dependes de tu alrededor o de tu contexto, sino de la esperanza de Dios.