“Una promesa es una deuda pendiente” Robert W. Service
Dios le promete a Abram una nación, una descendencia, un hijo.
Es lo que Dios le dice a un hombre al que los sueños y deseos de su corazón lo han rebasado, por las circunstancias que vive, parecen irrealizables e imposibles, y se siente amedrentado, desesperado y sin esperanza.
Pero Abram responde dos veces a Dios porque se ha cansado de escuchar solamente promesas. Uno no vive de promesas.