Luego del parón vacacional y con un fin de semana muy esperado para los fanáticos de la Fórmula 1 que se terminó convirtiendo en una NO carrera en el circuito de Spa-Francorchamps, nos encontramos una vez más en Holanda, la casa del próximo campeón mundial Max Verstappen. Luego de 36 años y con un 70% de gradas llenas y esas vibras naranjas que se veían desde lo lejos del paddock se reúnen para presenciar una de las carreras más importantes no solo para el Holandés sino para todos los pilotos. Ya en juego sus asientos para el próximo año; Mercedes intenta ocultar lo que ya es evidente y que todo el mundo espera con ansias que es el cambio de Bottas por Russell, mientras que por otro lado nos encontramos con el retiro de Kimi Ráikkönen y la confirmación del italiano Antonio Giovinazzi, al igual que el resto de las escuderías como AlphaTauri, Aston Martin y Williams.
Para los que algunos fue simplemente un fin de semana normal para otros fue una locura, con un podio casi esperable pero a su vez deseado. Nos retiramos diciéndole adiós a esa marea naranja para decirle hola a ese Tsunami rojo y esa hinchada como solo los Tifosis saben hacer; cuídense mucho y los esperamos en el próximo capitulo para hablar de lo que va a ser Monza GP con una invitada especial...
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