Abrígate porque nos vamos a Siberia, donde puedes llegar a cuarenta grados bajo cero.
Así nos podemos imaginar a sus habitantes compartiendo sus historias al calor de sus hogares y hogueras.
En este caso los cuentos nos han llegado a la labor de Dimitri Naguiskhin, que recopiló las narraciones a lo largo del río Amur.
Y como siempre le damos la vuelta, nos inventamos nuestra propia y divertida versión.