¿Quién de pequeño no se imaginó siendo un científico cuando creciera? haciendo experimentos donde las cosas cambian de color, de repente algo que no funcionaba ahora ya funciona, o genera vida a partir de objetos inanimados y gritar Eureka tal y como lo pintan las películas. Muchos con esa genuina curiosidad y ganas de aprender decidimos abrirnos camino y dedicarnos a luchar por ese sueño que no es tan cercano a como nos lo cuentan en la televisión, ya que hacer ciencia no es solo estar en el microscopio observando, rezando por que no explote el autoclave, etc. sino que conlleva muchas muchas cosas más. Y para acercarnos un poquito más a ello se encuentra con nosotros nuestra amiga Diana Belén