Los jugadores, aficionados y la prensa en el fútbol masculino parecen tener una postura definida frente a la homosexualidad: el silencio. Invisibilizar a los jugadores con orientación sexual diversa envía un mensaje irreal y dañino. Por su parte, el fútbol femenino expresa todo lo opuesto, un espacio más tolerante e inclusivo con la sexualidad de las jugadoras. En esta entrega de fútbol y algo menos: homofobia en el fútbol.