El viejo boliche de Appelhans, en la zona de Villa Urquiza, está abierto desde 1920 y es desde siempre un punto de encuentro de la ruralidad. Fundado por el inmigrante Sebastián Appelhans, hoy está en manos de otros dueños pero con la misma filosofía: estar al servicio de la familia del campo y ser un mojòn de profundas tradiciones.