Victoria a los humildes
Eclesiastés 5
Hay que cumplir los votos
5 Cuando vayas a la casa de Dios, cuida tus pasos y acércate a escuchar en vez de ofrecer sacrificio de necios, que ni conciencia tienen de que hacen mal.
Antes que todo, y hacer oración; ¿necesitas algo? pídeselo a Dios; ¿Te duele algo? clama por tu salud; levanta tus brazos para que Dios padre te reciba con sus brazos abiertos que están listos para cargarte y bendecirte.
Dios sana a los enfermos, multiplica la comida porque es un Dios de abundancia en donde existe riqueza espiritual que transmite el bien a través de la palabra que tiene un gran poder para declarar bendiciones y expulsar lo negativo.
No hacer promesas, lo ideal es ponerte en oración para lograr ver tu presente con claridad.
Escucha tu forma de hablar, escucha la forma de hablar de los demás pero sobre todo busca la presencia de Dios y aprende a escuchar a Jesus que se comunica con sus hijos a través del Espíritu Santo.
Las promesas de Dios llegan, el amor de Dios está en nuestra existencia a tal grado que nos permite obtener tan bellos regalos al comunicarnos, escuchar, tocar, oler y probar.
Poco a poco uno desarrolla habilidades que permite el crecimiento espiritual, personal, profesional y familiar cuando uno se une a su otra mitad para que consecuentemente exista la creación de la vida del fruto de los hijos.
Te invito a que le pidas a alguien que te escuche para que te describa tus modismos; después escúchate a ti mismo, pero sobre todo pídele a Dios por sabiduría y entendimiento para cambiar lo que puedas y sobre todo que te permita reconocer y entender la diferencia de las cosas y acontecimientos que pasan a tu alrededor.
No declares palabras ni des respuestas negativas, ni tampoco te tomes las cosas personales cuando desconoces de la verdad. Es muy fácil suponer y envenenar tu corazón con suposiciones que no son verdad. Pero por tanto de ser repetidas y declaradas con el poder de la palabra se hacen realidad.
Cristo Jesús divino siempre está contigo, no permitas que el mal juegue contigo, porque el mal lo que busca es robar tu tranquilidad, matar tu fe y destruir tu esperanza hacia cambios positivos que traen consigo bienestar familiar, union, crecimiento espiritual, salud y mucho más bendiciones para ti y tú hermosa familia en lo económico, profesional, laboral, educacional, social, etcétera.
2 Samuel 22:28
28 Das la victoria a los humildes, pero tu mirada humilla a los altaneros.
Dios hace maravillas,
