Novela negra de escritor colombiano. El libro se me hizo parecido a las novelas de detectives de Raymond Chandler. Resulta interesante como novela policiaca, pero hay varios detalles que juegan en contra, 1) el ambiente histórico que crea expectativa frente a investigaciones no ficticias de los asesinatos de líderes políticos 2) la gran mezcla de aspectos esotéricos y adivinatorios que no se amalgaman tan bien cómo en Satanás de Mario Mendoza 3) reconozco el sesgo que tengo frente a los policías colombianos que no logro situar como representantes equivalentes frente a los detectives cinematográficos. No sé si la confesión al final del libro lo redima de las carencias, pero igualmente me pareció una obra interesante desde el punto de vista detectivesco, con excelentes reflexiones de la realidad colombiana, y destaco cómo introduce otras historias de los seres “invisibles” de la realidad en medio de la novela; de otra forma, esos incidentes quedarían perdidos y son parte del acervo criminal colombiano; y finalmente destaco las referencias de los lugares emblemáticos de Bogotá.